jueves, 27 de marzo de 2014

El rol...



Es complicado poner en una lista las pasiones que mueven el corazón... y te hacen salir de lo cotidiano. La escritura, el cine, la lectura, el sexo, nadar, correr, son actos que generan una gran sacudida interna.

Pero en el caso del rol, las cosas cambian, por una razón que no comprendo del todo, me volví aficionado de un pasatiempo minoritario, que casi nadie respeta y que incluso es minimizado por los propios aficionados que disfrutan tanto con sus mundos, ambientaciones, reglamentos y tiradas.

Llegue en cierto momento a callarme y  esconder el gran amor que siento por el rol, no deseaba ser señalado como infantil o raro. Y aun que deje que mis dados se empolvaran por un tiempo largo, siempre estaba leyendo, escuchando o viendo reseñas por youtube relacionadas al rol. El tiempo a pasado y ahora cuento con un grupo de jugadores estable, con los que disfruto de unas buenas partidas cada fin de semana, ya termine dos manuales y me encuentro preparando el tercero, el cual espero perfeccionar hasta que se encuentre listo para la imprenta.

Empiezo a creer que mientras siga con vida seguiré jugando y seguiré sacando manuales, esto ya no es una "etapa", estoy viejo para eso, simplemente me encanta tirar dados y construir historias raras con un grupo de desconocidos, me encanta narrar mundos bizarros y poner entre la espada y la pared a mis jugadores, con retos que ni siquiera yo comprendo del todo.

El rol me enseño, que  la gran pasión de tu vida, el motor que te va permitir seguir sin importar lo feo que ande todo, lo puedes intentar negar, pero nunca le podrás evitar del todo.

Las personas somos muy dadas a lastimarnos e insultarnos, no se preocupen demasiado por lo que piensen los demás, sigan sus pasiones.

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