La verdad es que si dentro de la mesa, se va permitir que los personajes mueran, poco importa que se deje en claro a los jugadores la posibilidad de qué sus guerreros, magos y clérigos de nivel variado muerdan el polvo. No interesa lo oscuro, realista o depresiva que se presente el mundo, nadie va saber cómo va reaccionar a la muerte de un personaje, hasta que le suceda.
Primer Caso:
En las cavernas del caos, una versión modificada para la 5a edición de DnD, el grupo se encontraba listo para llegar al templo de los cultistas en donde se encuentra el artefacto que a impregnado la región con maldad. La mayoría pasaba de nivel 5 y recuerdo que mantenían la idea de sentirse invencibles, pero ante los efectos de la primera trampa, el bárbaro quedo hecho pedazos y luego de su muerte, el grupo se separo, entre en conflictos internos y terminaron siendo emboscados por separado.
Ningún jugador abandono la partida y todos quedaron impresionados por lo sucedido y cambiaron su estilo de juego por un tiempo, tomando menos riesgos, pero solo por unas cuantas sesiones
Segundo Caso:
En un pueblo dominado por brujas y con la participación de otros jugadores, las confrontaciones eran continuas y aunque varias personajes mordieron el polvo. Cuando un jugador que no había muerto antes en años fallo sus tres tiradas de salvación, el jugador y su pareja se retiraron enojados y frustrados de la partida.
Cabe destacar que la situación no fue forzada en lo más mínimo, simplemente era un suceso que exigía el reglamento, oh eso fue lo que pensé por años, pero ahora que lo veo a la distancia, ese hubiera sido el único momento en donde la tarjeta X hubiera sido bienvenida.
Aunque por otro lado, pienso que si los jugadores no dieron tiempo a la discusión y creación de acuerdos, no siento que abríamos terminado jugando por mucho tiempo...Oh eso creo
Nunca vas a saber cómo van a reaccionar tus jugadores.
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